«BITCH, A DEROGATORY TERM FOR A WOMAN»: UNA MUJER EN APUROS
Eva se ha formado como pintora en la Universidad, pero está a punto de cumplir 27 años y empieza a ser consciente de que todavía no ha conseguido nada destacable en la vida. Eso sí, se conoce la noche de Liubliana como la palma de la mano: no se pierde ni una fiesta, donde se dedica a beber, fumar y experimentar con cuanta sustancia legal o ilegal se le ponga por delante. Tampoco necesita que le den consejos, ya los encuentra por sí sola en internet. El problema es que está pasando por un importante bloqueo creativo, trabaja en una librería donde nunca cobra puntualmente (lo que le impide pagar el alquiler), mantiene una relación con su mentor (casado, por supuesto) que no parece conducir a ningún sitio y su mejor amiga planea mudarse a Berlín. ¿Podría ser peor? Desde luego: por si no tuviera suficientes complicaciones, la regla se le está retrasando mucho más de lo normal.
Con «Bitch, a Derogatory Term for a Woman», Tijana Zinajić ha hecho una película sobre ese periodo en la vida en que una persona se siente atascada y no sabe qué dirección tomar. “La historia habla de las presiones y expectativas sociales, una serie de factores que obligan a cada generación a crecer de una manera muy determinada», explica la directora, que ofrece un retrato preciso de la generación nacida a principios de los noventa. «El guión es de Iza Strehar, una escritora que tiene 25 años, pero no soy ajena a las cuestiones que plantea, aunque yo pertenezca a otra generación. Precisamente esa distancia que existe entre ambas es la que permite establecer la universalidad del tema».
Esa es la clave un film tremendamente fresco y moderno, que bascula entre la comedia romántica, la crónica generacional y la sátira sin complejos, y que proyecta una mirada tierna, pero también crítica, sobre el mundillo del arte, las convenciones sociales y las relaciones sentimentales en pleno siglo XXI. Aunque está ambientada en la capital eslovena, no es difícil encontrar paralelismos entre las tribulaciones de Eva y las de cualquier joven en una capital europea. La ambición artística, los entornos marcados por el postureo, el ansia de destacar, la superficialidad emocional o la insatisfacción vital son rasgos y actitudes que determinan el momento presente y que en «Bitch» definen a los personajes tanto o más que sus rasgos físicos. En ese sentido, cabe destacar el excelente trabajo de Liza Marijina, la versátil actriz protagonista, que debuta en el largometraje por la puerta grande.
Tijana Zinajić, conocida en su país por su premiado trabajo como directora y actriz de teatro, da el salto definitivo al cine con una comedia subversiva, que bajo su apariencia de entretenimiento desenfadado propone una serie de reflexiones sobre la sociedad contemporánea que obligan al público a hacerse preguntas, el objetivo de toda película que se precie de perdurar en el tiempo e intervenir en el contexto en el que se sitúa. Sin duda, «Bitch, a Derogatory Term for a Woman» lo consigue plenamente, al tiempo que pone el dedo en la llaga de numerosas cuestiones que van calando en la audiencia entre sonrisa y sonrisa.
«Bitch, a Derogatory Term for a Woman» tendrá su estreno en España en el marco de la Mostra de València-Cinema del Mediterrani y, como todos los títulos que integran la Sección Informativa, opta al Premio del Público, promovido por À Punt Mèdia y consistente en la adquisición de los derechos de la película para su emisión en la plataforma autonómica.